Material de apoyo a las
Clases de Educación Sexual
¿NO es NO?
(Especial para las chicas)
Ya sabemos, a los chicos les cuesta entender y respetar el no* de las chicas. ¿Pero podrá ser que también a ellas les cueste entender su propio no?
Es que, efectivamente, la evolución les ha tendido una trampa. Ya lo vimos en otras notas en este asunto del sexo: son las mujeres las que seleccionan. Y debe hacerlo bien, porque lo que ponen en juego es mucho más costoso y valioso que lo que ponen los chicos. Por eso, una de las estrategias más importantes en el juego de la selección es poner a prueba al pretendiente. Estrategia que funcionó muy bien durante decenas de miles de años y quedó incorporada en nuestro inconsciente (sin distinción de sexo). Y consiste -ya lo habrá deducido- en negarse de entrada y ver cuánto es capaz de insistir el muchacho demostrando así su interés. Moneda corriente.
Muchísimas especies sexuadas practican esta estrategia de las hembras y sería muy pero muy extraordinario que en la nuestra no se hubiera establecido. De hecho: está entre nosotros.
El problema es que esa estrategia es peligrosa, porque el no definitivo (ni te me acerques) y el no prueba (esfuérzate) no pueden ser muy diferentes. Si los chicos pudieran diferenciarlos el segundo no dejaría de tener sentido, dejaría de funcionar. Esa es la trampa, y no hay cómo salir de ella. Ya que si no está claro cuánto del acercamiento es consentido o promovido y cuánto no, es probable que el varón se aproxime -riegosamente para ella- a situaciones enojosas.
Para peor, las mujeres sienten que la alternativa al no es un sí. Un sí al que el complejo de parecer una chica fácil les hace huir, también, incoscientemente.
En definitiva, las chicas deben conocer no solamente cómo los varones reciben el no, sino también con qué objetivo lo formulan ellas. Si se pudiese evitar el segundo significado (no = esfuérzate) los varones ya no tendrían excusa para no respetar las negativas de las mujeres. (Aunque políticamente no tienen la excusa, su inconsciente les susurra lo contrario). Es muy difícil remar contra la corriente de miles de años de evolución, pero si alguien tiene la responsabilidad de tomar el liderazgo en esta batalla ese alguien es la educación.
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