Ciclo Básico Común (CBC)
Por qué el CBC es la mejor opción para el ingreso universitario en Buenos Aires. 1

PRIMERO: Ingreso irrestricto.

El CBC resuelve esta vieja problemática del ingreso a la universidad. La presión social por un ingreso universitario irrestrictivo y sin examen de ingreso es de larga data en la Argentina. Muchas fueron las alternativas seguidas y todas dejaban conformes a algunos sectores y disconformes a otros. Lo cierto es que las diferentes Facultades de la UBA, en especial sus estructuras edilicias y planteles docentes construidos para la enseñanza de grado, no estuvieron nunca preparadas (y es saludable que así sea) para recibir las multitudinarias avalanchas de ingresantes.

El CBC brinda el espacio de contención necesaria para recibir esas avalanchas... dedicarles el tiempo necesario para  enseñarles qué es la universidad, en qué consiste, qué significa ser estudiante universitario en horas de estudio, en complejidad cognitiva, en esfuerzo, etc.

Un ingresante universitario es un ser muy especial. El alumno promedio está viviendo en esa etapa un conflicto vocacional, cuando no un engaño, una deformación de la realidad, una desinformación. Casi todos ellos provienen de una experiencia usualmente nefasta, que es la escuela secundaria, en la que a casi todos ellos los han estafado: les han hecho creer que aprobaron 60 asignaturas porque ellos aprendieron algo, pero eso muy pocas veces es cierto.

Se aprueba el secundario mintiendo, engañando, "zafando". El engaño suele ser mutuo, bidireccional. A veces el docente engaña al alumno, otras viceversa, otras ambos hacen como que hubo aprendizaje. El día menos pensado tenemos el título secundario en casa. Después son muchos los que creen que la universidad es una continuación de ese intercambio de nota por presencia, constancia, aburrimiento, e independiente del aprendizaje o destrezas adquiridas, por qué no.

Este es uno de los motivos por los cuales la universidad no puede desentenderse de la necesidad del PREGRADO. El ingresante debe enterarse de que el engaño típico del secundario no continúa en la universidad. El ingresante debe tomarse su tiempo frente a una nueva realidad -el estudio universitario- para decidir si le gusta, si es eso realmente lo que desea, si es su verdadera vocación... con todo lo que ello implica: el esfuerzo, la dedicación, el tiempo, la complejidad, la dificultad, el compromiso, etc. También debe descubrir si realmente está capacitado o no lo está. Tal vez debe  sufrir la desilusión de enterarse de que el título secundario no lo habilitaba como él creía, porque se lo decían.