El método ingenioso
Es el que describo en el método habitual. Aunque seas inteligente o quieras serlo, yo no te lo recomiendo.

Sopa de fórmulas (el preferido de los chicos)
Consiste básicamente en ir a los exámenes con machetes que contienen entre 30 y 130 fórmulas para cinemática. La que calcula la altura máxima en un tiro oblicuo, la que calcula el tiempo de regreso en un tiro vertical... y así. Digo 130 y me quedo corto. El método se usa de esta manera: leo el enunciado y subrayo datos e incógnitas. Luego reviso mi lista de fórmulas y me fijo cuál coincide en número con los datos e incógnitas que subrayé. Luego meto esos valores en la formula mágica rezando acertar en las posiciones correctas para cada dato. Proceso y me encomiendo a Dios. Con suerte apruebo, con seguridad no aprendo nada, lo malo es que no me doy cuenta de eso. Algunos profes lo estimulan sin querer, al ofrecerte fórmulas complementarias de variada índole. Si seguís la carrera de ingeniería lo vas a padecer varios años.

Reemplacismo
Es un método chapucero. No identifico la lógica del problema pero busco y busco en los rincones a ver qué incógnita puedo calcular... y lo hago. Sigo buscando, pero ahora cuento con un nuevo dato que ya calculé. No es muy diferente al método ingenioso salvo porque en éste se avanza absolutamente a ciegas. Está muy estimulado por nuestra enseñanza secundaria que padece una intolerancia a la variable, y una hiperintolerancia a la incógnita. Siempre que un estudiante se topa con una letra que puede reemplazar por un número lo hace inexorablemente.

El método No me salen.
Este método (te lo aclaro desde el vamos) no pretende que vos apruebes los exámenes. Pretende que aprendas física. Lo de los exámenes debe ocurrir como consecuencia. Si el planteo no te interesa, No me salen no es para vos. Pero igual podemos seguir siendo amigos.