Material de apoyo a las
Clases de Educación Sexual

Desnudez

¿Por qué perdió el pelo nuestra especie? No hay una teoria concluyente. Por mucho tiempo prevaleció la idea de que perdimos el pelo como respuesta, como solución, a un problema termodinámico cuando nuestra especie abandonó su entorno arbóreo y se dedicó a poblar la soleada sabana africana. No es improbable. También llegó a postularse que perdimos el pelo como una esrategia contra los parásitos de la piel. Es menos probable. Pero desde hace tiempo viene creciendo una teoría alternativa que vincula nuestra desnudez a poderosos motivos sexuales.

La necesidad de generar un vínculo estable entre un hombre y una mujer para asociarlos en la crianza llevó a la creación del contrato sexual y la creación del sexo recreativo. El vínculo se potencia si los estímulos sexuales se intensifican. Y efectivamente, todos los estímulos visuales que funcionan como disparadores del deseo y del placer aumentan con los cuerpos desnudos: formas del cuerpo, calidad de la piel. Las señales de deseo o placer que se brindan al compañero sexual, por ejemplo la piel de gallina, o la erección de los pezones, también son importantes para potenciar la unión de la pareja. Lo propio puede decirse de las sensaciones táctiles: contactos, roces; y caricias tanto para el dador como para el receptor.

La desnudez del hombre no es equivalente a la desnudez de la mujer. Lo que para el hombre es un interruptor sexual potente, para la mujer no lo es tanto. Esta diferencia obedece a las estrategias reproductivas, que no son iguales, de ambos sexos. En general la mujer no manifiesta interés sexual ante la desnudez del hombre (en la mayoría de los casos -incluso- puede generar rechazo), salvo que la mujer ya se encuentre predispuesta sexualmente.

Ya lo dijo Mario Benedetti: una mujer desnuda y en lo oscuro tiene una claridad que nos alumbra.

 

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