Se trata de un hecho experimental que se puede apreciar en un sinnúmero de ondas, que pueden atravezar un espacio independientemente una de otra. O sea... una onda sigue de largo sin importarle la presencia de otra onda. Y la perturbación que nosotros observamos es la suma de las perturbaciones que produciría -por sí sola- cada onda presente en el medio.
En el caso de las ondas senoidales, que son las más interesantes y las más estudiadas, su superposición puede generar ondas de los tipos más variados. Por ejemplo, si en el mismo medio se superponen las tres ondas que ves en colores en el panel de arriba, el resultado, aquello que resulta visible, es la onda periódica (aunque no senoidal) que ves en el panel de abajo. |