El principio de Bernoulli tiene algunas aristas contrarias a la intuición. Este ejercicio nos ofrece 3 ejemplos en los que se nota este aspecto en el que, si nos agarran desprevenidos, reponderíamos contariamente a lo que ocurre en la realidad, y cuya explicación descansa en la predicción de Bernoulli.
Supongamos que un día de tormenta se produce una ráfaga de viento muy violenta. En ese momento una ventana mal cerrada puede abrirse inesperadamente. Podríamos prever que el viento presiona con fuerza sobre la ventana que es abierta hacia adentro de la casa. Lo que ocurre es lo contrario, se abre hacia afuera.
Exactamente el mismo fenómeno ocurre cuando se vuelan las chapas de techo, que salen volando para desgracia de los ocupantes de la vivienda. No se trata de que el viento las enganche desde los aleros o salientes. Lo que ocurre es que se cumple el principio de Bernoulli:
print + ½ ρaire vint² = prext + ½ ρaire vext²
En esta comparación entre el interior de la vivienda y el exterior, he borrado los términos de la energía potencial, ya que en el fenómeno que voy a explicar no hay diferencias de altura. |