Lo mismo ocurre con las plataformas, como lo dice el enunciado. Pero se suma otro riesgo: regatones de goma, patas de madera, etcétera suelen ser aislantes para diferencias de 220 V, pero nada garantiza que en la madera haya un clavo, o una fisura en la goma.
Riesgo 2. Aunque el operario esté aislado de la tierra con el piso, no está aislado de la tierra con el techo, las paredes, las cajas de luz embutidas, etcétera, que están conectados a tierra. Tierra no es piso.
Riesgo 3. En general los cables de tensión no viajan solos, viajan de a pares o de a tres. Y los cables diferentes tienen diferentes tensiones (diferentes potenciales), de modo que aunque el operario esté aislado de la tierra, corre el riesgo de tocar accidentalmente dos cables de diferente potencial y electrocutarse.
Riesgo 4. Sentirse seguro por estar aislado de la tierra y poder tocar cables de tensión sin riesgo genera una falsa sensación de seguridad que resulta peligrosa. No es infrecuente que una persona en ese estado de confianza y olvido del peligro le pida a otra que le alcance la tenaza o la pinza que se dejó en la caja de herramientas. Cuando el inocente voluntarioso se la alcanza, como no está aislado de tierra, conecta a ambos entre dos potenciales y se electrocutan los dos. Mal pronóstico.
b) Tomarse firmemente de un metal conectado al cable a tierra. Suicidio cantado.
c) Ambas cosas. Suicidio idiota. |