Las enseñanzas del Maestro Ciruela
Tiempo loco

Ya nadie se sorprende de que los milenios terrícolas duren 999 años, o los siglos 99. Pero un reciente descubrimiento supera los límites de lo concebible. Parece ser que no hace mucho hubo un día de duración doble. Efectivamente, el 20 de julio del 2000 duró exactamente 48 horas, ni un minuto más, ni uno menos. No fue la primera vez que ocurrió este extraño fenómeno que me fuera revelado por el físico y catedrático Walterio Ctesibius del Observatorio Nacional de Mogambia. Según el experto la rareza no es tal, y hasta un niño puede comprender su naturaleza.

El sorprendente hecho se debió a una conjunción de varios motivos. Primero: la rotación de la Tierra alrededor de un eje (más o menos perpendicular a la dirección del Sol). Segundo: a que la Tierra tenga una forma casi esférica y que esté habitada por casi todos lados. Y tercero: que a la mayoría de los terrícolas le gusta que su mediodía coincida aproximadamente con la hora 12. Entonces 24 grupos de personas más o menos vecinas comienzan cada día (por ejemplo el 20 de julio) en 24 momentos diferentes, espaciados entre sí por una hora (un huso).

¿Cuándo empezó el 20 de julio? Para nosotros (los argentinos) en un cierto instante, para los yankees del este un par de horas después y para los del oeste 4 horas más tarde... y así sucesivamente. Para cada uno de ellos el día termina 24 horas después. En definitiva el 20 de julio del 2000 (y cualquier otro santo día) estuvo sobre la Tierra 48 gloriosas e irrepetibles horas.