Las enseñanzas del Maestro Ciruela
Un gran
mito de la enseñanza de las ciencias:
El tiempo negativo
Existe un gran mito ampliamente difundido por las escuelas
secundarias latinoamericanas y de Oceanía por el cual se piensa que el tiempo
no puede ser negativo. Que si digo t = -15 s, entonces algo anda mal, porque t no existe.
Veamos. Aún admitiendo que el universo comenzó su existencia
en el Big Bang hace más o menos 12.000 millones de años y que no tiene demasiado
sentido hablar de instantes de tiempo anteriores a ese evento, no puede escapar
a nadie que las escalas de tiempo que se utilizan para estudiar cualquier otro fenómeno
que no sea la historia del universo son arbitrarias: arbitrarias las unidades en que se cuentan (años, días, minutos,
segundos) y arbitrarios los ceros de las escalas. Por ejemplo: si quiero estudiar
la cinemática de la caída de una pelota, me resultaría incómodo fijar el cero de
los tiempos en el Big Bang o en el instante de la creación de la pelota. Suelo
poner el cero en el instante en que la pelota se suelta.
Los profesores
de Física acostumbran recrear esta idea diciendo: "el cero es cuando disparo el
cronómetro". Ahora bien: todo lo que ocurrió antes de apretar el cronómetro...
¿no existió? Sí existió. Y si quiero referirme a esos eventos anteriores al cero
utilizando la misma y arbitraria escala de tiempo que utilicé antes, ¿no puedo?
Claro que puedo y lo hago de esta manera: a los instantes de tiempo anteriores
al cero les pongo números negativos (¡qué fácil!). En general se pierde de vista
que los números son simplemente nombres que utilizamos para nombrar instantes
de tiempo. Bien podríamos llamarlos "el momento de lanzamiento", o "el día del
delfín" o "la hora señalada". Pero preferimos números por un motivo: porque hay
infinitos instantes, tantos como números reales, que están ordenados, del mismo
modo que los números.
Que Aristóteles haya nacido en el 384 AC o en el -384 no
significa que haya nacido en un año negativo por sus malas cosechas, y menos
aún significa que Aristóteles no hubiera nacido. Significa, nada más, que nació
384 años antes que el año cero, al cual arbitrariamente le pusimos cero, para
ordenar la historia.
Otros profesores me han transmitido que suelen utilizar
la palabra tiempo como sinónimo de "intervalo de tiempo", Δt,
y que es a este concepto (y no a los instantes de tiempo) al que le niegan la posibilidad de ser negativo porque
-dicen- el tiempo fluye en una única dirección, de antes a después, y no viceversa.
Es otra patraña. Si en un resultado en un problema de cinemática (por ejemplo)
se obtiene un intervalo de tiempo negativo, una buena interpretación de éste
puede muy bien indicar algo que las leyes del universo permiten.
Una vez
un osado estudiante objetó esta idea diciéndome:
-Maestro, el intervalo
de tiempo no puede ser negativo porque el universo no permite viajar hacia el
pasado, en cambio sí permite viajar hacia el futuro.
-Jovencito -le respondí-,
el universo no permite ninguno de los dos viajes. Nos obliga a estar en el presente.
Un Δt negativo no indica un viaje al pasado del mismo modo que
un Δt positivo no significa un viaje al futuro.
-¡Pero
al futuro sí que se puede ir! -insistió el incrédulo.
-Bueno -lo desafié-,
váyase al futuro si puede. Desaparezca del presente y viaje. Ja, ja, ja, pequeño
bellaco. Además tiene un cero y quince amonestaciones.
Siempre tengo a mano alguna
herramienta didáctica.
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