Las enseñanzas del Maestro Ciruela
Respuestas correctas inmediatas
de los exámenes

En una lección anterior hice mención a las revisiones de los exámenes. En esta me voy a referir al resultado inmediato. En el contrato con mis estudiantes siempre publico al día siguiente de un examen las respuestas correctas. Ellos las leen y estudian con avidez y atención, y si recuerdan (o se anotaron) las respuestas que colocaron en el escrito inmediatamente tienen una idea bastante aproximada de la nota que se sacarán. Si están publicadas en el pasillo -a la salida del examen- suelen escucharse los gritos, o se ven las agarradas de cabeza, o los suicidios (que son un bajón porque hay que buscar un ordenanza que limpie la sangre); pero también se ven abrazos y sonrisas resplandecientes.

De todos modos lo importante es que esa respuesta casi inmediata que podemos dar los docentes queda grabada en la memoria para siempre. "¡Claro!, "¡si el fluido era viscoso tenía que usar Poiseuille, no Bernoulli!" o "¡Qué sonso! ¡Si el código venía escrito con U en lugar de T, se trataba de ARN, no de ADN!"

El grado de movilización emocional que produce un examen es la situación ideal para potenciar la memoria. Usted no se acuerda dónde estaba el 6 de agosto de 2005, pero recuerda perfectamente dónde y con quién estaba, y hasta los diálogos que se produjeron, el 11 de septiembre de 2001. Sin ser tan dramáticos, el estrés del examen y la cabeza poblada de asuntos que tienen que ver con el objeto de estudio examinado genera una tensión que los docentes hacen mal en desperdiciar.

A la salida del examen, los agarra con la cabeza todavía metida en esos ejercicios cuyos enunciados acaban de leer unas veinte veces. Los tienen fresquitos, igual que su ansiedad por saber si los resolvieron bien o mal, o cómo se resolvían.

Si el resultado se entrega a la semana, o a los 15 días, o aún después -como muchas veces ocurre-, los estudiantes no sólo se olvidaron de los ejercicios sino que perdieron gran parte del interés. Si se enteran sólo de la nota y por internet o por una planilla colgada en la cartelera... generalmente ya no les importa el asunto académico y sólo les interesa la nota, ya no hay forma de que aprendan nada. Además estamos desperdiciando la enseñanza más eficaz, o sea, la que proviene del error: difícilmente nadie aprenda del acierto.

Todo esto no es óbice de que usted, sea el momento que sea, después del examen, está moral y profesionalmente obligado a ofrecer una revisión total de los ejercicios y preguntas con las que evaluó. Esa, como lo expongo en la clase anterior, es una instancia insoslayable.

El único consejo adicional que le hago, colega, es que no haga como hicimos una vez mis compañeros y yo, que publicamos los resultados no un día después del examen sino un día antes. Herrar es umano.


 
 
 
 
 
 
   
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