Las enseñanzas del Maestro Ciruela
¡Reduccionista!

Es una muestra de ignorancia intentar menoscabar un planteo científico tildándolo de reduccionista. Pero se ha puesto de moda.

La ciencia es esencialmente reduccionista. El motivo es que la ciencia aborda una porción de universo (o el universo entero) en busca de leyes. Esa porción se muestra al principio caótica, complicada, llena de detalles que parecen todos diferentes, con demasiada diversidad como para comprender el funcionamiento. Cuando la ciencia acierta (y a eso se dedica), encuentra que mirando bien las cosas lo que parecía tan diverso no lo era, lo que parecía caótico tiene orden, lo que parecía tan extenso es clasificable... y así. En definitiva, un conjunto de leyes -unas pocas- son capaces de explicar un fenómeno vasto. La explicación se redujo a eso.

Al analizar las leyes se encuentra que son sencillas, profundas, y mucho más abarcativas que la porción de universo que en principio se quería explicar.

A mucha gente le molesta que la ciencia explique en términos sencillos realidades complejas, sobre todo cuando esas realidades poseen cargas afectivas. Parecen heridos cuando la física, la química, la matemática o la biología encuentran soluciones en barrios por los que nunca antes habían transitado.

Pero aunque le desagrade, hacer una reducción es un esfuerzo inteligente. Aunque lógicamente, como toda proposición científica, puede ser falsa.

Cuando una reducción le parezca falsa, pida evidencias, contraste ejemplos... o demuestre su falsedad. Pero no intente rebatirla diciendo que es reduccionista. Pues no rebate, solo papelonea.


Algunos derechos reservados. Se permite su reproducción citando la fuente. Última actualización jun-10. Buenos Aires, Argentina.