Las enseñanzas del Maestro Ciruela
Más allá de toda duda razonable
Acepto de muy buen grado que una de las ataduras lógicas de toda teoría científica es que no puede validarse ciento por ciento; no se puede, por medio de la razón, convertir en certeza. Pero puede validarse más allá de toda duda razonable.
Por ejemplo: ya no tiene sentido dudar de la redondez del planeta, ya no cierra decir que la sangre no circula, ya no tiene pies ni cabeza dudar de que dos especies cualesquiera tienen un ancestro común, ya no es razonable tampoco pensar que alguna de esas cosas puede llegar a cambiar en el futuro. Si se presentara alguien afirmando que el Sol gira alrededor de la Tierra pensaríamos sencillamente que está chiflado.
Doy estos ejemplos que son para todo público, pero lo mismo ocurre con la mayor parte del acervo científico. Puede que a nosotros tal vez no nos parezca, simplemente por desconocimiento del tema: en cada rama de la ciencia hay un bagaje enorme de conocimiento científico consolidado que es verdadero más allá de toda duda razonable.
El conocimiento científico tiene una franja de avance, de dudas, de teorías alternativas, de discusiones acaloradas, de experimentos controvertidos. Pero eso invariablemente decanta: las teorías que resultaron erróneas se hunden y se olvidan y las que resultaron corroboradas empiezan el camino de la consolidación.
También existen refinamientos, correcciones y acotaciones que no son demoliciones. La teoría general de la Relatividad de Einstein, por ejemplo, no invalida a Newton. Sólo le pone una cota de validez. La gravedad de Newton goza de excelente salud y se sigue utilizando para muchas cosas en ciencia y tecnología (infinitamente más que la Relatividad General). El atomismo está jalonado de varios hitos de refinamiento y corrección. No nos olvidemos que cada hito fue construido con experimentos muy sutiles, muy indirectos, y una cantidad enorme de inteligencia. El modelo de Rutherford fue concebido midiendo los desvíos que producía una lámina de oro al ser impactada por un haz de partículas alfa. Pero el modelo atomista ya tiene una base demasiado sólida y un grandioso montón de componentes teóricos de los cuales uno no puede dudar, sería ridículo.
Acepto, y también de muy buen grado, que no hay un límite de ninguna especie que una teoría cruce en un momento y se pueda decir “ah, ya está consolidada… a partir de ahora dudar de ella no es razonable”. Pero hoy por hoy el grueso del conocimiento científico, las bases, los pilares, está claramente del lado verdadero más allá de toda duda razonable.
No hay revoluciones científicas del modo que Thomas Kuhn las planteó, ni cambios de paradigma. Lo que parece haber es una realidad palpable y ajena a nuestros prejuicios y deseos, y una ciencia que es capaz de conocerla cada vez con mayor aproximación.
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