Las enseñanzas del Maestro Ciruela
Llamado a la solidaridad: dejar de llamar normal a la componente perpendicular a la superficie de la fuerza de contacto
Declaro que yo lo hago desde hace décadas: a lo que el 99% de los docentes de física llaman fuerza normal yo la llamo fuerza de contacto, o a veces apoyo, cualquier otra palabra que refleje más cabalmente el tipo de interaccion de que se trate.
El principal motivo es el siguiente: me doy cuenta de que para los estudiantes no es para nada sencillo el concepto de interacción, la idea de que las fuerzas no son otra cosa que las manifestaciones de las interacciones entre los cuerpos... y siempre de a dos (dos cuerpos se atraen o se repelen o se tocan o se chocan o se cualquier cosa, pero siempre entre dos).
La idea de contacto los aproxima mucho más al concepto de fuerza y los aleja del error más conspicuo de la dimámica: inventar fuerzas que en realidad no existen (ver figura). Llamarla normal genera la idea de que su existencia no depende del entorno (de los cuerpos que interactúan con nuestro objeto de estudio) sino que es parte de su naturaleza propia. Hasta el nombre lo induce: lo normal es que el cuerpo tenga una fuerza normal.
Son muy pocos los docentes que les cuentan a sus estudiantes que el nombre normal se debe exclusivamente a que la palabra normal es sinónimo de perpendicular, ortogonal... y a que su dirección forma 90 grados con la superficie de contacto (generalmente de apoyo). Y que sólo en algunos casos (1) es relevante destacar esa perpendicularidad con la superficie de contacto. Como sea, no tiene mucho tino llamar a una fuerza por una propiedad geométrica; tiene mucho más sentido llamarla por su naturaleza, por la interacción que representa.
Para colmo de males, muchos docentes -ellos también- creen que esa fuerza tiene una naturaleza propia, una razón de ser especial... y sus estudiantes los imitan suponiendo que esa fuerza actúa siempre, como el peso para los cuerpos cercanos a la Tierra.
Si mis colegas abandonan esa equívoca práctica le harán un gran favor a la enseñanza de la física.
1. cuando hay rozamiento en un contacto, la fuerza del contacto se puede descomponer en dos direcciones: una perpendicular a la superficie de contacto (la famosa normal) y otra paralela a la superficie (el rozamiento, que sí tiene una naturaleza propia).
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