Las enseñanzas del Maestro Ciruela
Non-Overlapping los quinotos

Todo profesor de ciencias que se desempeña en una escuela religiosa padece en mayor o menor medida un control (cuando no una censura) de parte de la institución. Y lo sufren con más inquisición los profesores ateos que los creyentes y los de ciencias que los de otras asignaturas.

Esta es una de las pruebas más rotundas de que el principio NOMA, acrónimo de Non-Overlapping Magisteria (magisterios no superpuestos), es un bálsamo ilusorio, una ficción tranquilizadora... cuando no un deshonesto placebo. Desde que el paleontólogo-escritor Stephen Jay Gould propuso y popularizó el principio NOMA en 1997 muchos científicos en el mundo han visto recrudecida la pelea entre la razón y la oscuridad. En la escuela, esa pelea la dan con bastante sacrificio los profesores de ciencias.

Resulta infantil negar que ciencia y religión no se contradicen mutuamente en extensos campos (y en los lugares más sensibles) de la descripción del mundo y como fuentes de conocimiento. Y no me refiero exclusivamente a la letra de los libros sagrados (que ya son muy pocos los que siguen aferrados a esos bodrios de literatura berreta). Me refiero a las concepciones religiosas comunes y corrientes. ¿Existen o existieron milagros en el universo o tenemos un universo en el que no hay milagros y que se rige desde siempre con leyes estrictas? ¿Cuál es el origen del hombre y del resto de las especies vivientes? ¿Existe el alma? ¿Existen seres sobrenaturales, dioses, ángenes, vírgenes, duendes, demonios, con el poder de intervenir en nuestras vidas? ¿Es racional postular sin pruebas ni necesidad la existencia de entidades cualesquiera? ¿Nos veremos la clase próxima si Dios quiere?

La principal contradicción, tal vez, la constituya el precepto religioso de cómo encarar la validación del conocimiento. "Bienaventurados los que creen sin haber visto", indica el Nuevo Testamento, echando por tierra todo el esfuerzo de la humanidad por conocer el Cosmos, y el del profesor de ciencias por educar elpensamiento crítico en esclaseclase3

mentes racionales.

Muchos docentes de ciencias protegen sus trabajos, sus fuentes de ingreso, resignando enseñar conocimientos fundamentales y verdaderos como la Teoría de la Evolución, o su aplicación a la historia humana, o autocensurando las clases sobre sexualidad, o cosmología, o silenciando las conclusiones del pensamiento racional.

Es triste que esto ocurra. Pero es nuestra triste realidad.


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