Las enseñanzas del Maestro Ciruela
Fórmulas y pedagogos
Los pedagogos y sus fórmulas... Ya hace unas décadas se puso de moda la idea de que la educación no es posible si el docente no sintoniza con las motivaciones de sus estudiantes, con sus deseos, con sus necesidades, con sus gustos (sólo faltaría "con sus caprichos"). Hace poco me llegó esta sentencia enarbolada por un pedagogo en un congreso de Pedagogía: "La motivación (en el rol docente) tiene que ver con el conocimiento del otro: yo motivo realmente si comprendo la problemática del otro".
Me parece un poco desmedido, innecesariamente extremista. Basta decir que se es mejor docente cuanta más empatía se tenga con el otro... pero sólo hasta ahí. El extremo del que intentan convencernos es despectivo hacia cualquier estudiante: "mirá, profe, o sintonizás conmigo o te doy cero bola". La gente no es así... siempre hay alguno más duro que otro en el curso... pero, en su gran mayoría, los alumnos no están centrados en sus ombligos las 24 horas de todos los días del año.
Yo estoy seguro de que cualquier estudiante es capaz de motivarse con las cosas que motivan a toda la especie humana: el amor, el deseo, el odio, la indignación, la traición, la venganza, la fascinación, el embeleso, la risa, la intriga... Mi experiencia me dice que es el docente el que debe estar motivado; que si está motivado, genuinamente motivado, contagia.
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