Las lecciones del Maestro Ciruela
Demandas de la gente
Una y otra vez, hasta el cansancio, hay que explicarle a la gente que no debe esperar de la ciencia soluciones a sus problemas políticos: pobreza, deficiencias en salud pública, alimentación, contaminación, comunicaciones, transporte, lo que sea. La solución a todos esos problemas dependen de la política, no de la ciencia.
Lamentablemente es muy común escuchar a funcionarios frases como ésta: "invertiremos en ciencia para se oriente el quehacer del investigador hacia la resolución de los
problemas de la gente". O quejas como ésta: "en Argentina la mayor parte de las
investigaciones no tratan de dar respuestas a las demandas de la gente."
Funcionarios y dirigentes con este tipo de discurso no sólo demuestran ignorancia respecto del quehacer científico, le hacen un gran daño a la sociedad, que termina sintiéndose defraudada por los científicos (porque no les solucionan los problemas) y no puede apreciar lo que sí deben hacer (y hacen) los científicos.
En todo caso la tecnología (pero no la ciencia) puede trabajar "a pedido", con objetivos prácticos determinados por las necesidades del pueblo. En la Argentina esos institutos son el INTA, el INTI, la CoNEA, la CONAE y varios otros. En cambio los institutos del CONICET y las universidades (lamentablemente unas pocas) deben hacer ciencia básica aunque no está mal que se encaren algunos proyectos de investigación de ciencia aplicada.
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