| Las enseñanzas del Maestro CiruelaAlmas y átomos
 
          “Hoy  todo el mundo rinde culto a la   Ciencia Pura. Y se da una ilustre paradoja: los Refutadores  no han hecho más que reemplazar a las viejas leyendas por otras más nuevas,  mucho peores. Los  arquitectos razonables podrán dudar de la existencia del alma, pero suscribirán  cualquier teoría sobre el átomo, los neutrones y los protones, con la mayor  alegría”.
 La creencia que Alejandro Dolina en sus Crónicas del Ángel Gris pone en la cabeza de  personas racionales, me produce una extraña mezcla de gracia, estupor y ternura.  Dolina, que es un poeta urbano cuya lectura recomiendo, pone en la misma bolsa -leyendas- la teoría del alma y la del átomo. Y critica que gente racional se incline por la del átomo, que es mucho peor. Un ser racional, como una persona cualquiera (un niño, un adulto), no necesita leer la Biblia  ni un texto de Física Atómica para advertir que entre creer una cosa o la otra hay una diferencia cualitativa. El mecanismo mental para hacer la elección cuestionada por Dolina (es  racional creer en esto, e irracional en esto otro) se genera espontáneamente con  sólo observar el entorno. Cualquiera se da cuenta y sabe que el televisor, la  computadora, el lavarropa, el auto, el avión, el celular, el cohete, la aspirina, el antibiótico, las vacunas no son el  resultado de operar con los conocimientos revelados en la Biblia y en cambio sí con  los que figuran en el libro de Física.  Ser racional es darse cuenta de que la realidad está validando un cierto  tipo de conocimiento –el científico– y no otro. No es un árbitro cualquiera. Se trata del árbitro que nos está diciendo: "usted, señor, es racional y vive con los pies en la Tierra; usted, en cambio... usted anda volando por los aires en compañía de ángeles  y espíritus: y no estaría mal que regresara". La ciencia es el único tipo de conocimiento capaz de explicar la realidad, operar con ella, y transformarla. Ojalá todo el mundo le rindiera culto, como afirma Dolina... lamentablemente no es así. Pero debiera, mi amigo,  pues la ciencia no es leyenda.   
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