Con un poco de esfuerzo se observan en la foto 3 sorbonas.

 

 

Tonterías
SORBONA

Si existe alguna certeza en el universo es que las galletitas Sorbona, de Terrabusi, fueron las más ricas que se hayan comido en la Argentina y en el mundo desde que la luz existe. Consistían en una tapita superior, cuadrada, de masa chocolatada (parecida a la de los anillos de chocolate) con una ventanita central. El relleno era de crema de frambuesa o frutilla. Y la tapa inferior de masa de vainilla. O sea, las Sorbona eran trisabor y tricolor.

Con el mismo molde se fabricaban las Santa Paula, crema de limón y ambas tapas de vainilla. Otra galletita rica, pero del montón.

Las Sorbona, en cambio, eran de otro planeta, de otro mundo. Será por eso que los dueños de Terrabusi dejaron de producirla. O porque aborrecían la felicidad de un pueblo. No descartamos que se haya tratado de una conspiración internacional comandada por Estados Unidos o por Nigeria, de cuyos gustos alimenticios no es necesario aclarar nada.

Además de constituir el manjar de la merienda, jugábamos de vez en cuando a separar las tapitas con un simple desliz para no quebrarlas y abiertas raspar la crema con los incisivos inferiores. Era el orgasmo de los impúberes.

Yo sé que guardan la receta bajo siete llaves. Si yo tuviese un par de vidas más no dudaría en arriesgar una de ellas en penetrar a lo kamikaze en sus oficinas para liberarla de sus garras egoístas y entregarla a la humanidad. Y ellos lo saben. Alguna vez yo tuve nueve o diez años. Por eso me temen.

 

Algunos derechos reservados. Se permite su reproducción citando la fuente. Última actualización jun-22. Buenos Aires, Argentina.