Tonterías
Crimen pasional

Quienes niegan que la violencia contra la mujer no sea un crimen pasional, se alejan de la posibilidad de combatir esta pandemia mundial que padecemos todos.

Para peor, esta negación va acompañada de una explicación cultural: los hombres que maltratan, golpean y hasta matan mujeres son parte de una conspiración machista sostenida por una cultura patriarcal que busca -entre otras cosas- el sometimiento de la mujer. Y se agrega: cuando cambiemos esa cultura derrotaremos la violencia familiar.

No me cabe duda de que se equivocan. No me cabe duda de que cuando el ataque sobre una mujer se produce ocurre inmerso en un climax de pasión violenta. Poco tienen que ver en esas circunstancias los legados culturales.

Lo realmente pernicioso no es que el crimen sea pasional sino que los jueces o la sociedad utilicen ese carácter pasional para exculpar o perdonar, o justificar, o morijerar la pena y el castigo que merece un agresor. Si actuó preso de ira o por diversión o por cálculo maléfico y premeditado o por lo que fuere, debe ser problema de él, no de la sociedad, que está obligada a brindar justicia y protección a todos sus habitantes.

Cuando la pasión deje de ser una patente de corso para cometer crímenes y tropelías, la sociedad estará más cerca de entender este mal y será más competente para eliminarlo.