Tonterías
Todo tiempo pasado fue mejor

Por siglos la humanidad ha estado discutiendo sobre la veracidad o falsedad de esta aseveración: todo tiempo pasado fue mejor. Nunca había aparecido -hasta ahora- una prueba científica, contundente, de tal aserto. Yo la encontré: hela aquí.

Ya los argentinos no son tan felices como antes, cuando existían las galletitas melba. Las actuales, que llaman mini-melba, no son sólo más pequeñas: son diferentes. Y no es cierto que si usted extraña el sabor de las viejas puede comer de a dos las nuevas. El sabor es distinto... aquellas se desmigajaban más, eran menos crocantes, menos duras, el sabor inundaba la boca con la fuerza de una marea de chocolate. La crema era más suave... si usted estaba aburrido podía separar las tapitas y la crema quedaba pegada -mayoritariamente- a una de ellas: eso invitaba a utilizar la otra de cucharita y podía crear nuevos sabores variando el orden del llevado a la boca. El paquete de once desaparecía -irremediablemente- antes de acabar un capítulo, o antes de que llegue la propaganda, o antes de que llegue el recreo, o antes de terminar la leche. Pero siempre antes.

No es necesario añorar los almacenes que las vendían de a cuartos o medios kilos, y las sacaban de la lata cuadrada Terrabusi con ventana redonda, para sopesar el tiempo pasado. Alcanza con probar una mini ahora. Yo fui feliz comiendo melbas de verdad.

   
   
   
 
Algunos derechos reservados. Se permite su reproducción citando la fuente. Última actualización jun-07. Buenos Aires, Argentina.