*República Cromañón era una discoteca ubicada en la zona de Once en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, trágicamente conocida a raíz de un incendio que comenzó la noche del 30 de diciembre de 2004, durante un recital de la banda de rock Callejeros. Este incendio provocó una tragedia, causando la muerte de 194 personas y dejando más de 700 heridos. El dueño del local está preso por no respetar las normas de seguridad para emergencias. Y el Jefe de Gobierno de la Ciudad fue destituido porque la legislatura lo consideró "responsable político" de la tragedia.
 

Tonterías
Cromañones

Me pone del tomate la insensatez. Supongasé que usted me invita al teatro. No importa a ver o a escuchar qué. Suponga que cuando ya está la sala llena y se apagaron las luces el vecino de tres filas más adelante enciende una bengala. Agregue que mientras todavía está encendida, otros dos espectadores -o más- hacen lo mismo.

Usted y yo nos miramos sin poder creer lo que vemos. El teatro está lleno de telones, alfombras, butacas y seres humanos... y como si esto fuera poco: estamos usted y yo. Mientras nos miramos con los ojos desorbitados nuestras cabezas trabajan a mil kilómetros por hora. Las bengalas -vemos- sacuden chispas para todos lados. Las chispas no se apagan inmediatamente al tocar el piso ni la alfombra ni el cabello de esa señorita que me gustó cuando la vi en el hall pero que ahora no me interesa ni un pepino. Me interesa, en cambio, que desde mi lugar hasta una salida no llego ni volando. Me interesa que si algo se prende fuego lo más probable es que la estampida de bípedos me aplaste, y que no sé si usted estará en condiciones de ayudarme. Me interesa que no estoy seguro de que el teatro tenga salidas de emergencia habilitadas ni en buenas condiciones ni que los telones sean ignífugos.

Pienso, entonces, que lo mejor que puedo hacer es salir de ese lugar... que no es para nosotros. Efectivamente, un lugar donde un loco asesino -no uno sino tres, o quince- enciende una bengala, un objeto peligroso que en el punto luminoso alcanza temperaturas de 3.000 grados, que arroja chispas incandescentes sin avisar hacia dónde, que expele gases en abundancia que seguramente no son inocuos y en donde los espectadores de alrededor no dicen ni hacen nada... en ese lugar, mi amigo, sobramos.

En donde no sobramos es acá afuera. Es cierto, nosotros no estuvimos en Cromañón*, ni tampoco nos encontrarán nunca adentro en un recinto donde el nivel de idiotez colectiva alcance el valor criminal que acabo de proponerle. Pero hubo muchos adentro y otros muchos no salieron vivos.

Es grande la sensación de insensatez, acá afuera, cuando veo a cientos de víctimas y familiares de víctimas, clamando desaforadamente justicia contra chivos expiatorios de la propia locura, de la propia irresponsabilidad.

Algunos derechos reservados. Se permite su reproducción citando la fuente. Última actualización jun-07. Buenos Aires, Argentina.