Material de apoyo a las
Clases de Educación Sexual

Prostitución

Es enormemente probable que en una clase sobre educación sexual los estudiantes mismos saquen el tema de la prostitución, de modo que los docentes deben estar preparados para conducir la clase, y hay algunas cosas que conviene tener pensadas de antemano, ya que se trata de otro asunto espinoso.

Hay cuestiones en los que la biología puede aportar algo. Para empezar, tenemos que advertir que la prostitución está presente en la naturaleza en muchas especies, aunque en muy pocas especies de mamíferos. En algunos primates las hembras intercambian sexo por comida y otros favores, al mismo tiempo que protegen a sus crías de los ataques de machos a los que les cabe la probabilidad de ser sus progenitores.

Segundo (y esto es lo más inquietante) si entendemos la prostitución como un intercambio comercial de sexo a cambio de dinero (o comida, o esfuerzo parental, o -en definitiva- energía) eso no es otra cosa que la escencia del contrato sexual que dio origen a la familia nuclear. Esta idea es muy perturbadora, ya que en el fondo nos está diciendo que todas las mujeres son putas. Pero en las antípodas de la interpretación peyorativa sobre nuestras santas madres, debe inducirnos a pensar en forma diferente sobre nuestras trabajadoras sexuales.

Otro dato que aporta inquietud en la misma línea de pensamiento que el anterior es el siguiente: está totalmente probado que uno de los factores que más importa a las mujeres a la hora de elegir pareja es el poder económico del hombre; en contraposición, al hombre le importa la belleza, o sea, un factor casi puramente sexual. Y eso nos vuelve a poner casi en el límite.

Vaya a saber si se trata o no del oficio más antiguo del mundo, nada nos impide hacer algunas reflexiones desde la óptica de la moral a la que felizmente nos invita nuestra soiedad actual.

Por un lado es bastante claro el desprestigio social que padecen las prostitutas y en general las mujeres que se dedican a la prostitución lo hicieron como último recurso al que las obligó la pobreza y hasta la desesperación. Si bien es cierto que existe la prostitución vip, parece obvio que la prostitución es un síntoma (uno de los más tristes) de la pobreza.

Si la prostitución nos molesta o nos hiere como sociedad lo que podemos hacer es desestimular su consumo, pero, sobre todo, luchar contra la pobreza y la exclusión. Además debemos tener presente en todo momento que las putas no merecen menos respeto que cualquier otra mujer, y que todo el mundo tiene derecho a hacer de su cuerpo lo que quiera mientras que no moleste ni obligue a nada a los demás (que no es el caso de las putas).

Lamentablemente suelen estar asociados a la prostitución criminales de toda laya que lucran o incluso esclavizan para explotar comercialmente a las mujeres. Eso es la trata. Los docentes que se dedican a la educación sexual deben empaparse de estos temas para poder advertir a los estudiantes acerca de cuáles son los engaños más comunes que someten a las jóvenes y las dificultades para escapar; y los factores sociales que hacen que este flagelo exista, entre ellos: el consumo.

 

Algunos derechos reservados. Se permite su reproducción citando la fuente. Última actualización mar-16. Buenos Aires, Argentina.