Los infractores

Esta vez fui yo el que protestó mientras manejaba. Mi amigo Charly se sorprendió... y no perdió la ocasión:
     -¿Qué te pasa? Si estás nervioso no manejes, ¿eh?
     -No estoy nervioso, manejo como siempre: sereno.
     -Entonces ¿qué era esa protesta injustificada?
     -Por qué injustificada. Vos lo viste: estaba mal estacionado, en fila doble, y entorpeciendo el tránsito.
     -¡Pero era un patrullero de policía!
     -¡¡¡Con más razón!!!
     -Ah... no, chiquito... el patrullero tiene esa facultad, si no, no podría hacer su trabajo.
     -Estás muy equivocado, Charly. Y no sos el único... mucha gente hay que cree que los patrulleros de policía pueden cometer infracciones o hacer lo que les parezca en la calle. Pero no es así.
     -OK, no exageres... No digo cualquier cosa, digo que pueden hacer lo que crean necesario para cumplir con su trabajo... digamos... con buen criterio, con sentido común. Se supone que son los custodios del orden.
     -Ah... Charly, Charly. Cuánta ingenuidad junta... Lo que es infracción para cualquier vehículo particular, también es una infracción para un patrullero de policía. En las democracias, mi amigo, los derechos y obligaciones son para todos, no para algunos. Si un patrullero tiene que hacer cualquier maniobra que constituya una infracción, puede hacerla, pero deben cumplirse dos requisitos: primero, debe encender previamente las luces de las sirenas; no puede hacerlo con esas balizas distintivas -las azules- apagadas. Y, segundo, debe tener un motivo valedero: hacerlo para proteger la seguridad de las personas. Hablando claro: no puede estacionar en doble fila, prenda o no prenda las balizas, para esperar la pizza calentita.
     Charly rumiaba nuevamente su derrota... y no sabía qué vuelta encontrarle al asunto. Entonces aproveché para rematar.
     -Lo peor de todo, Charly, no pasa por la letra de la ley. Pasa por la ética ciudadana. Si tu institución es la encargada de mantener el orden en el tránsito en la vía pública, entonces tu institución, además, debe predicar con el ejemplo. Lamentablemente nuestra policía predica con el ejemplo contrario. Son los principales infractores de la calle. Circulan de noche con las luces reglamentarias (las bajas) apagadas, foquitos quemados, cubiertas lisas, patente ilegible, estacionando mal y en cualquier lado... y no hablemos de la conducta en el tránsito... la situación no es fácil: no hay quien les levante un acta de infracción.


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