Luces interiores en los colectivos

     –La vez pasada me quedé caliente con el tema de los colectivos...
     –Sí, porque circulan con las luces reglamentarias apagadas -recordó Carlitos con justeza.
     –No sé si vos viajás a menudo en colectivo -Charly meneó la cabeza-, pero no importa, es un tema de tránsito que debe importarnos a todos. Si la explicación es ésa, que se quieren hacer millonarios ahorrando energía con los foquitos, tal vez sea también ésa la explicación de por qué tienen tan mal iluminado el interior. Habitualmente es imposible leer cuando vas de noche. En la inmensa mayoría de los coches están apagadas o faltan más de la mitad de las luces interiores.
     –Creo que hay otra explicación más racional.
     –A ver.
     –La seguridad en el manejo.
     –Charly, usted me sorprende. Al fin veo que está pensando correctamente. Es cierto que la iluminación interior perjudica la visual. Las pupilas se dilatan involuntaria y automáticamente y el exterior parece más oscuro, dificultando la conducción.
     –Eso no tiene arreglo.
     –¡Falso! Y lo verdaderamente sorprendente es que ni las empresas de autotransporte ni las autoridades regulatorias parecen haberse dado cuenta siendo que en muchos países civilizados ya lo tienen resuelto.
     Charly abrió los ojos, aunque el tono de sus palabras reflejaron cierta incredulidad:
     –A ver, Gastón, cuál es la lección de hoy...
     –Los usuarios, no vos, claro, tenemos derecho a un viaje cómodo y seguro. No es sólo poder leer (esa necesidad ridícula de unos pocos privilegiados de la Argentina); el coche bien iluminado evita tropezones, caídas, pérdidas, evita malos entendidos con ciertos pícaros, dificulta el accionar de los rateros, etcétera. Uno se siente más seguro. Más de una vez he tenido que soportar no sólo el mal humor por no poder leer, sino también una música horrible en un ambiente de luces rojas y violetas que es lo más parecido a un telo que he visto en mi vida. La solución que te propongo permitiría que los choferes fumen sin perjudicar la salud de los pasajeros, ya que son incapaces de respetar la prohibición de fumar.
     –Creo que ya la saqué...
     –Veamos: si los choferes tuviesen una cabina estanca o semiestanca, con vidrios ahumados que los separaran del pasaje, entonces podrían manejar mucho más cómodos, más tranquilos, más a gusto, fumando si quieren joderse la salud, con luz negra, con la música que se les cante y sin embromar al pasaje. Y más atentos al tránsito, mientras los pasajeros podríamos viajar como corresponde.
     –¡Uhhh! Pero eso es muy caro. Andá a proponérselo a los empresarios.
     –No, a los que hay que proponérselo es a las autoridades responsables. Qué tal si lo ponemos como una condición para la renovación de unidades. Pedirlo en cuotas y como salida de fábrica no es tan oneroso. La cabina debe significar algo así como el uno por mil del costo de la unidad nueva salida de fábrica. Y garantiza que de acá a 5 años el 100% de los colectivos estén en condiciones.
     –No es mala idea. ¿Alguna vez se lo propusiste a las autoridades?
     –Sí. A las del Gobierno de la Ciudad.
     –¿Y qué te respondieron?
     –No me respondieron.
     –Elemental, Watson.