Alarmas antirrobo
–Charly
-pregunté casi con resignación–, tu auto nuevo... ya le pusiste alarma, ¿no?
–Lógico.
Seguimos un rato callados. Yo rumiaba bronca, y Carlitos ebullía de preguntas
desafiantes.
–No me vas a decir que también estás en contra de las alarmas.
Viejo, vos estás en contra del derecho de propiedad. Qué querés, ¿que me deje robar
tranquilo? Las alarmas tienen probada efectividad contra el robo. Hasta el seguro
me sale más barato por haberla instalado.
–No lo dudo, las aseguradoras no
tienen principios.
–Cuál es el drama.
–El drama es que las alarmas atentan
contra los chorros, pero mucho más atentan contra el derecho de tus conciudadanos
de tener una vida más digna sin ruidos molestos, sin descanso ininterrumpido,
sin contaminación sonora. Si no hacemos entre todos lo posible para tener una
vida más tranquila, a la mañana nos levantamos estresados y mal dormidos... y nos
matamos entre todos. Hoy en día la probabilidad de hacer tu vida sin distracciones
molestas es prácticamente nula. Siempre hay una alarma sonando. Y los preocupados
dueños tardan horas en bajar a apagar el chillido infernal. A veces me dan ganas
de bajar yo y estamparles un adoquinazo en el capó. No digas nada, Charly...
no lo hago. De noche se larga a llover fuerte y empieza un concierto diabólico
que te pone los pelos de punta. Tal vez a vos no te joda porque estás encerrado
en tu semipiso con el aire acondicionado y las ventanas cerradas, pero...
–Bueno,
y para vos qué tengo que hacer, ¿dejar las llaves puestas y el motor encendido?
–Mirá, la respuesta correcta sería: no sé ni me importa. Hacé lo que quieras
pero no pongas alarmas. Me molestan a mí y a todos los vecinos. Y están prohibidas.
Esto sólo alcanza y sobra para pedirte... no: exigirte, que desistas de instalarlas.
–Y los chorros de fiesta.
–Ay, Charly, Charly. Si bien la respuesta correcta
es la que te di, también te voy a dar ideas más racionales. Mirá, con lo que cuesta
una alarma, yo puedo instalar dos cortes de corriente, un corte de nafta, puedo
comprar una traba de volante y hacer grabar los cristales. Y me sobra plata.
–Pero
un corte de corriente un chorro principiante te la puentea en 15 segundos.
–Correcto,
pero si ponés todo el paquete... Y hay más técnicas de seguridad, silenciosas,
que también podés implementar, si se te sube un chorro y te puentea el corte de
corriente y aún así no se puede llevar el coche. Pero te resuelve otro seguro
más, y aún así no puede... mirá, lo que pasa es que se va a buscar otro
auto. Hoy por hoy están más cancheros en violar alarmas que otra cosa. O se te
suben en un semáforo. En definitiva: la alarma o bien no sirve o es totalmente
reemplazable por otro sistema de seguridad más efectivo y silencioso.
–¿No
es muy complicado?
–No. En este auto en el que estás viajando hay algunos mecanismos.
A la semana de instalarlos vos ya estás automatizado y nadie se da cuenta de que
los desactivaste para ponerte a manejar. Ni vos te diste cuenta y lo hice hace
15 minutos cuando subimos al auto. Si se me mete un chorro en un semáforo aprieto
este botoncito acá abajo y a las cuatro cuadras el auto se empaca.
–¿Y el
ahorro en el seguro del auto?
–De las compañías de seguro hablamos otro día.
Mi cuota de mal humor ya está en el tope.
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Última actualización jun-06. Buenos Aires, Argentina. |