Imanes transitorios y permanentes
Un clavo sin magnetismo se convierte en un imán mientras está tocando un imán verdadero, lo mismo que le ocurre a cualquier otro cuerpo ferroso. Pero al dejar de tocarlo, desaparece su poder magnético. Pero si se mantiene en contacto mucho tiempo, el magnetismo “de prestado” permanece un poco más, aunque finalmente se pierde. A los cuerpos que poseen magnetismo pero que lo pierden en poco tiempo se los llama imanes transitorios.
En los imanes comunes -no importa cuánto se los use- su poder magnético disminuye muy poco o nada. Se los llama imanes permanentes.
No hace mucho tiempo se descubrió un material nuevo, el neodimio, con el que se fabrican los llamados imanes de alta potencia. Con este material se fabrican imanes permanentes muy potentes y de formas variadas, como bolitas, cilindros, habanos, que se venden como entretenimiento. El neodimio es, además, muy duro, de modo que al chocar dos imanes debido a su fuerte atracción, chocan y rebotan y vuelven a chocar y a rebotar centenas de veces produciendo un ruido característico casi musical. Por supuesto, la industria también ha elegido el neodimio para todas las aplicaciones en las que es necesario el magnetismo dejando casi en el olvido al viejo imán ferroso. |