Al ingresar agua a la parte derecha proveniente de la parte izquierda, al émbolo deslizante no le queda más remedio que desplazarse hacia la izquierda. No te olvides que el agua (y casi todos los líquidos) son incompresibles... por lo tanto la suma de los volúmenes es constante: si aumenta el de la derecha, disminuye el de la izquierda.
El proceso debe continuar hasta que el émbolo haga tope en el extremo izquierdo, ya que aún cuando la diferencia de concentraciones sea menor, nunca va a llegar a ser nula... porque en la derecha siempre habrá sal (cada vez más diluida, es cierto), y en la izquierda siempre habrá agua pura.
La curva roja que dibujé sobre esos cuatro pasos representados viene a ser una especie de cinética del proceso a intervalos constantes: al principio más rápido, luego cada vez más lento. Y, como ves, la flecha que representa el pasaje de agua va disminuyendo. Pero sólo se hará cero cuando la presión mecánica del tope frene el deslizamiento del émbolo. |