O sea, que la resultante de todas las fuerzas que actúan sobre él, Res, o la sumatoria de todas las fuerzas que actúan sobre él, ΣF, es igual a cero. De modo que la estática es un caso particular de la dinámica (ΣF = m.a), aquel en el que la aceleración del cuerpo vale cero.
Para plantear esta condición de equilibrio en ecuaciones, hay que recordar que se trata de una relación vectorial. De modo que si las fuerzas que actúan sobre el cuerpo tienen todas la misma dirección, bastará una sola ecuación (ΣF = 0).
Si las fuerzas que actúan sobre el cuerpo apuntan en varias direcciones pero todas en un plano, necesitaremos 2 ecuaciones:
ΣFx = 0
ΣFy = 0
Por supuesto, nunca nos olvidaremos de establecer claramente el sistema de referencia, SR, x-y. O sea, básicamente, lo mismo que hacemos en dinámica.
Si las fuerzas actúan en diversas direcciones que no están contenidas en un único plano, necesitaremos 3 ecuaciones: una para cada una de las direcciones del SR tridimensional x-y-z.
Al tratarse de cuerpos puntuales, resulta obvio que todas las fuerzas que actúan sobre un cuerpo son concurrentes. En el capítulo siguiente (cuerpos extensos) es justamente ésto lo que cambia. Vamos con un ejemplo. |