Este ejercicio es interesantísimo para los incrédulos. Empecemos con el DCL presentando todas las fuerzas que actúan sobre el autito, que podría estar arrancando luego de haber estado detenido frente a un semáforo.

Ninguna de las dos tira para su lado más que la otra. Eso es evidente, porque si así no fuera, el autito levantaría vuelo... o se hundiría en el pavimento. Newton lo diría de este modo:

(eje y)       →    ΣF_y = m a_y         →       A — P = 0

En cambio, la fuerza que tiene la dirección paralela al movimiento... ésa es la que nos interesa, y Newton lo describiría de esta manera:

(eje x)       →    ΣF_x = m a_x         →       F = m a

De esta ecuación, basta con hacer el cálculo, y obtenemos el valor de la fuerza:

F = 1.000 kg . 2 m/s²

No te voy a dejar ir sin gastarte un poco con una pregunta en la que nadie acierta: ¿quién ejerce (usualmente) esa fuerza F que acelera al autito hacia adelante? Te doy varias opciones: a) el motor, b) el conductor, c) Dios, d) el rozamiento.

a) Niet, niet, niet... El motor es parte del auto... y como ya te lo informaron en tu curso, ningún cuerpo puede acelerarse a sí mismo realizando una fuerza sobre sí mismo. Ji, ji, ji jo, ju.

b) Es el conductor. Sí... con su fuerza de voluntad. ¡Pero, por favor!

c) Es Dios. Sí, claro, con la ayuda de los Reyes Magos.

d) Sólo queda la fuerza de rozamiento entre el pavimento y los neumáticos. Ahora empezamos a entendernos. A ver... decime... ¿podría el auto arrancar sobre una mancha de aceite o sobre un charco de barro muy chirle? ¡Claro que no! Por más fuerza que tenga el motor... sus ruedas comenzarían a girar a lo loco sin hacer avanzar al auto ni un centímetro. Para acelerar, el auto necesita rozamiento con el piso. Es el pavimento quien empuja al auto hacia adelante. Pero ésto nos lleva a otra pregunta: ¿por qué el pavimento va a ser tan amable de empujarme hacia adelante cuando el semáforo se pone en verde? La mecánica del asunto es muy sencilla. Vos tenés un motor y unas ruedas. Con ellas empujás al pavimento hacia atrás. El pavimento, no por ser vengativo sino por respetar el Principio de la Acción y Reacción, te responde empujándote hacia adelante.