Historia de la ciencia
Los chicos
dicen que los libros de historia son un plomazo. Y los editores deben creerlo
porque los textos de historia vienen cada vez más interactivos, llenos de colores
y chirimbolos. El de John Gribbin no: sólo blanco y negro. Y nada más le hace
falta.
Narrado en tono divulgativo para cualquier amante o estudioso
de la ciencia y para cualquier lego que se interese por ella, Historia de la ciencia se presta a dos formas de lectura posibles, cuanto menos. La primera es compartida
con cualquier libro de historia: la consulta. No faltan los índices temático y
alfabético, de modo que resulta fácil desplazarse por estos 450 años de ciencia
y sus protagonistas.
La segunda lectura posible es la más original:
la historia como relato, como novela. Ciertamente, el tono elegido por Gribbin,
la prosa atrapante, el ritmo, hacen que el lector no quiera abandonar la lectura
hasta resolver el siguiente enigma, y así hasta el presente. La narración avanza
en clave de biografías; están todos los grandes, muchos olvidados, y hasta algunos
que por errados quedaron fuera de la historia, pero son parte de ella. John Gribbin,
doctor en Astrofísica de la Universidad de Cambridge, conoce la ciencia. Para
él estos 450 años son un paseo, y se nota. |