Mecánica elemental

"Saber física no es cuestión de poder recitar de memoria todas sus leyes y aplicar fórmulas teóricas o métodos de medición a ciegas como si fueran recetas de cocina. Todo eso, en última instancia, se puede hacer consultando libros. Saber física es tener la intuición correcta sobre cómo el mundo material funciona". Así reza un párrafo de la tercera edición de Mecánica elemental, el texto que atesoran cientos de científicos argentinos.

Este libro de física universitaria lleva 40 años compitiendo exitosamente con otros libros de texto voluminosos, espléndidos, cuyas ediciones de lujo con profusión de ejercicios, láminas, referencias históricas y variopinta parafernalia metatextual podrían hacer quedar al "Roederer" (editado en una Remington u Olivetti) como un simple y modesto apunte. Pero compite: los estudiantes de ciencia lo siguen consultando, comprando y prefiriendo. No es sólo porque es más barato, o porque aman al autor (que dejó la Argentina en el 66 como tantos otros popes), sino porque en sus páginas encuentran la lectura del universo, la mirada del físico, la interpretación brillante, la conceptuación jugosa, el hallazgo.

Sin duda "el Roederer" ha ingresado merecidamente al podio de los clásicos. Y en esta nueva edición -más moderna y elegante- sigue estando la prosa del maestro.

 
Mecánica elemental
Juan G. Roederer
Buenos Aires, 2002
EUDEBA, 248 páginas