Las enseñanzas del Maestro Ciruela
OBJETIVIDAD

de observaciones y experimentos

Uno de los pilares del conocimiento científico es la validación por medio de la observación y la experimentación. Pero hay gente muy insidiosa que niega la posibilidad de observar o experimentar objetivamente, por lo tanto -concluyen- la verdad obtenida es una verdad a medias, una verdad subjetiva. La experimentación -dicen- está cargada de teoría; la observación misma -enfatizan- posee un prejuicio que impide ver lo que uno no quiere ver.

Para argumentarlo, recurren a aspectos ingenuos de la observación como aquella realizada a ojo desnudo, y el peligro de las ilusiones ópticas. Las ilusiones ópticas, muchachos, son la excepción, no la regla. Cualquiera que haya estudiado algo de ciencia sabe que muchísimas teorías surgieron de resultados experimentales totalmente inesperados, impensables, que no encajaban con absolutamente nada de lo anterior.

Los investigadores están ávidos de resultados inesperados. Todos saben que ahí pueden encontrar una mina de oro. Tampoco advierten que actualmente la mayoría de las observaciones y mediciones se realizan con artefactos y dispositivos carentes de prejuicios y de ideología. Los astrónomos actuales, por ejemplo, nunca apoyan el ojo en el ocular de un telescopio. Se la pasan elaborando teorías que encajen en los datos crudos y objetivos que entraron (valga la redundancia) por el objetivo. Casi todos los investigadores científicos trabajan con datos obtenidos por instrumentos, datos ya cuantificados.

Tycho Brahe fue el más grande observador del cielo en el período anterior a la invención del telescopio. Anotó con excelente precisión el momento y la posición de decenas de objetos celestes. Recopiló cientos de miles de datos. Unas décadas después Johannes Kepler heredó su puesto en el observatorio de Praga y los libracos que atesoraban las observaciones. Buscando a ciegas con enorme paciencia y laboriosidad encontró regularidades asombrosas que hoy conocemos con el nombre de las 3 Leyes de Kepler. Las 3 leyes constituyen uno de los más grandes hitos en la historia de la ciencia. ¿Qué prejuicio pudo haberle transmitido Kepler a Brahe por telepatía y retroactivamente? ¿Qué carga teórica pudo tener Brahe en sus observaciones si ni siquiera Kepler las tenía?

Lo que se observa es el universo, no nuestra creencia de lo que es el universo. La objetividad es el oficio del científico. Y la ciencia se basa en hechos, no en prejuicios.


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Johannes Kepler (1571–1630).