Las enseñanzas del Maestro Ciruela
TP trucho


En otra lección expliqué por qué es tan importante que nuestros estudiantes formen grupos de estudio para adquirir el conocimiento de nuestras materias. Pero lo cierto es que no es sencillo lograrlo. Depende mucho de los grupos de estudiantes, pero muchas veces sencillamente no tienen tiempo fuera de clases, o viven muy lejos unos de otros, o -y este suele ser el principal obstáculo- les da vergüenza acercarse unos a otros y proponer el encuentro. Los docentes podemos ocuparnos de estas dificultades y facilitar la formación de grupos de estudio.

Voy a contar algunas de las estrategias que yo he probado, con variado éxito. La técnica más directa es ir preguntando por los bancos ¿formaste tu grupo de estudio? Si la respuesta es no, le pregunto al de al lado y después les pregunto -ahora en otro tono- por qué no charlan del asunto a ver si logran coincidir.

Otras veces, cuando me responden con objeciones geográficas, les pregunto en qué barrio viven. Sea el barrio que sea pregunto a todos y en voz alta quién vive en ese barrio o cerca. Habitualmente uno o dos levantan la mano. ¿La viste? Sí, Profe. Bueno, en el recreo vas y le decís que digo yo que tienen que armar un grupo de estudio y que se busquen dos más. De paso le pedís el número de teléfono y le preguntás si tiene novio. Sí, sí, de parte mía... estás autorizado a decirle que yo te obligo, total no te va a creer. La clase que viene te pregunto cómo te fue en la gestión y más te vale que hayan armado el grupo.

La mejor de todas mis estrategias es encargarles un trabajo práctico para resolver en grupos, y que se arreglen. Muchas veces dicté cursos en los que no había tal trabajo práctico que proponer... no importa mi amigo, invente uno, uno trucho, diga que les da dos semanas para entregarlo, que le adelanten las conformaciones de los grupos. Que sean entre cuatro y cinco. No más de cinco, no menos de cuatro. Pida que sean mixtos. Si tiene un elenco estable de geniecillos, desármelo, impida que se queden juntos. Nunca revele su secreto. Cuando no ponga malas notas por no haber entregado el TP o porque lo que le entregaron era deplorable, diga que no lo va a considerar para no tener que bajarles el puntaje, y ascenderá dos escalones en el rango de santidad de los dioses.

No se lo cuente a nadie, es un secreto entre usted y yo.

 
 
 
 
   
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