Tonterías
Interneturros

Internet se puebla cada vez más de deshonestidad, engaño, publicidad, negocio, inescrupulosidad. Cada día se hace más frecuente toparse con botones tramposos que uno cree que lo llevarán a cierto lugar o a cierta función y subrepticiamente lo trasladan a una publicidad idiota cuando no a un sitio deshonesto.

Ya hay miles de sitios que prometen gratis algo que no lo es, y otros que no advierten cuáles serán todas las penurias por las que deberá pasar el internauta antes de obtener for free el tesoro prometido: interpretar CAPTCHAs, constituirse como usuario, llenar planillas, recibir códigos en su celular, y esclavizarse de por vida a recibir publicidades mientras se está duchando.

Es una pena que la red que nació siendo la máquina de la democracia, la quintaesencia de la libertad de expresión, termine en este fango mercantilista de la más baja estopa. Da bronca, pero también tristeza.

Los pop-ups, páginas que se abren solas sin que uno las solicite, son el colmo de los colmos, pero están bastante restringidos a áreas temáticas como la pornografía y el mundo hacker. Son pequeñas epidemias y tienen antídoto.

Google, Yahoo!, y los grandes buscadores deberían penalizar severamente (en orden de ranking) a los sitios deshonestos para que el público no caiga en ellos si no es por expresa y dirigida voluntad. Sería el mejor antídoto contra la explotación del engaño.

El marketing interneturro amenaza con ser pandemia.

Algunos derechos reservados. Se permite su reproducción citando la fuente. Última actualización jul-12. Buenos Aires, Argentina.